Depósitos abiertos para respetar unas uvas únicas

La calidad de la uva que se recoge en Viñas del Cenit es tan alta, que el trabajo en bodega consiste en respetarla al máximo sin alterar sus propiedades. A pesar del estado casi perfecto en el que llega la uva a la bodega, se realiza una doble mesa de selección con el fin de terminar de certificar que toda la uva que se utiliza cuenta con el máximo nivel de calidad.

Para realizar la elaboración de sus vinos, Viñas del Cenit cuenta con 32 depósitos abiertos de acero inoxidable con temperatura controlada, tipo bañera. Este tipo de depósitos permiten unas elaboraciones extremadamente cuidadas y atomizadas. En cada uno de ellos es posible elaborar de manera individual cada una de las distintas zonas donde se encuentra el viñedo. Son el equivalente de un antiguo lagar, donde se consigue extraer la esencia de estas uvas centenarias. Son ideales para la fermentación del Tempranillo de la zona, ya que consigue oxigenar a la perfección los mostos durante la fermentación alcohólica y favorece el contacto de los gruesos hollejos de las uvas con el mosto.

Cada depósito es cuidado de manera individual tratando de sacar lo mejor de cada uno de los viñedos. Se realizan bazuqueos y remontados manuales, labores que sirven para extraer lo mejor de los hollejos y conseguir el carácter tan especial de estos vinos. Una vez finalizada la fermentación alcohólica y tras un suave prensado, los vinos pasan directamente a barrica para realizar fermentación maloláctica.

Respecto a la crianza de nuestros vinos, la conjunción del Tempranillo y la barrica de roble francés en esta zona es perfecta. La barrica se usa siempre con el fin de potenciar la enorme personalidad de la variedad, de manera que la madera queda siempre en un segundo plano y lo que prevalece es el carácter de estos viñedos tan viejos.